Nos recomendaron que fuéramos a Vilars Rurals, unos hoteles rurales para familias. Vimos que Vilars Rurals actualmente están formados por tres hoteles, uno en la provincia de Tarragona, otro en la provincia de Barcelona y otro en Girona.
Elegimos los Vilars Rurals de Tarragona por proximidad. El pueblecito se llama Arnés, en la comarca de Terra Alta.
Arnés es un pequeño pueblo con unos edificios muy bonitos de los cuales destacamos:
El Ayuntamiento, la Iglesia y diferentes portales y fachadas por las estrechas calles de la población.
Nosotros no lo hicimos pero también se puede visitar el centro de interpretación de la miel. Existen diversos comercios donde poder comprar productos típicos de la comarca como miel o vino entre otros.
El hotel es el paraíso para los niños. Presenta unas completas instalaciones donde hacer las delicias de los más pequeños.
Instalaciones.
Cuenta con una pequeña mini-granja, donde hay patos, gallinas, conejos, corderitos, además de un espacio reservado donde se encuentra un pony y un burro.
Hay también una local donde se realizan algunas de las actividades programadas.
Los niños tienen también una zona con columpios y un pequeño campo de fútbol.
Hay una pequeña sala para la reproducción de películas infantiles.
Cabe destacar la piscina (cubierta para los meses de menos calor), con zona de spa, sauna y gimnasio para los padres que quieran aprovecharlo.
En el edificio principal hay una zona para los más pequeños, con juguetes, donde también hay un billar y futbolín para los padres.
En el restaurante se come de buffet, totalmente preparado para niños (tronas, platos, vasos, cubiertos de plástico) y con una comida de una calidad excepcional. Con una gran atención por parte de los empleados.
Las habitaciones están muy bien cuidadas y muy nuevas. Corresponden perfectamente a la calidad de hotel de 4 estrellas.
Actividades
Existen multitud de actividades para que los más pequeños de la casa se lo pasen en grande. Por ejemplo, nosotros llegamos un viernes y las actividades ese mismo día fueron:
Sobre las 17:00 horas, ir a conocer a los animales de la granja. Los niños se lo pasaban en grande viendo como salían los patos, las gallinas, etc.
A continuación realizaban un taller para enseñar a como se cocinan creps de chocolate.
Una vez realizados los creps, empezaba la hora de las manualidades.
También proyectaban alguna película para niños en el pequeño cine.
De allí, ducha y cena. Más tarde había bingo infantil o mini-disco para que pudieran seguir con la diversión.
Al día siguiente a las 10 de la mañana otra vez empezaban con la visita a la granja para de comer a los animales. A continuación podían dar un paseo con el pony.
Existía la opción también de ir de excursión a pueblecitos o lugares cercanos, siempre acompañados por personal del hotel.
Por la tarde, empezaban cogiendo fuerzas con una chocolatada, para de allí ir a ver a los animales a la granja.
Había más actividades para hacer manualidades y también la actuación de un mago que deleitó a los niños con sus trucos de magia.
En fin, una cantidad considerable de actividades para que disfruten niños y mayores, todas ellas incluidas en el precio.
No habíamos ido nunca a un hotel de estas características y lo recomiendo sin lugar a duda, porque los pequeños se lo pasan muy bien.
Estoy seguro que volveremos.
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