Nuestra segunda estancia en Viena fue en The Imperial Riding School Vienna - A Renaissance Hotel, un impresionante hotel situado al lado de una parada de metro que iba directo al aeropuerto y que estaba a dos o tres paradas del centro de la ciudad. Este hotel era precioso, tuvimos suerte de encontrar una oferta y nos alojamos una noche en él. Lo único malo que no tenía wifi gratuita.
Dejamos las maletas y antes de devolver el coche fuimos a visitar Hundertwasserhaus, un conjunto de edificios con viviendas coloridas e irregulares. Muy bonitas y originales.
Por la tarde fuimos hacía el centro, visitamos la biblioteca. No nos causó la misma sensación que la de Melk, igual porque había más gente, pero también es muy bonita.
Nos dimos una vuelta por el centro, para comprar souvenirs y pasear por sus bonitas calles.
Más tarde fuimos al parque de atracciones, el Prater. Su noria se ve desde toda la ciudad. Es muy bonita y vale la pena darse una vuelta por allí, aunque no subas a ninguna atracción.
Regresamos al centro de la ciudad a darnos un último capricho. Un trozo de tarta de chocolate en el famoso hotel Sacher. El postre típico austríaco.
Más tarde regresamos al hotel.
Al día siguiente camino del aeropuerto y regreso a casa.
Realizamos un total de 1500 km en coche en 9 días. Viaje muy bonito, Austria es un país para visitar. Es precioso. El recorrido que elegimos muy recomendable.
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