Como no podía caminar la única manera de ver Roma era subiendo a un autobús turístico, por 19 euros te llevaba a todos los sitios importantes subiendo y bajando todas las veces que quisieras hasta las 9 de la noche.
Nuestra primera parada, la piazza del Popolo. 
Bonita plaza que estaba llena de gente sobretodo niños para los cuales existían numerosas atracciones como títeres, juegos, representaciones teatrales, etc.
Después de ver las iglesias que hay alrededor de la plaza buscamos otra vez el autobús y fuimos a buscar el Hard Rock para comer.
Otra parada que hicimos fue para ver Santa María la Mayor, bonita iglesia donde se encuentra Nuestra Señora de las Nieves.
Al final de la tarde y ya que lo teníamos pagado dimos una vuelta a todo el circuito sin bajar del autobús.
La última parada nos deja cerca de la maravillosa Fontana de Trevi donde echamos las monedas y nos hicimos más fotos. Es algo increíble, vas caminando por calles estrechas y de repente ves esa gran fuente toda iluminada, es algo espectacular.
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